Llega un momento en la vida en el cual nuestras coordenadas coinciden con nuestro origen, es el momento en el cual explicamos nuestra visión del mundo a partir de nuestra cocina y de nuestro pueblo: Benidoleig.
Cada vez es más relevante la memoria gustativa de los pueblos valencianos, porque no podemos dejar perder nuestras recetas de siempre y porque la receptividad social ha aumentado.
Las valencianas nos encontramos en un momento clave en el cual cada vez estimamos más nuestra cocina: la gamba roja de Dénia, el arroz a la muntanyeta, el pulpo con pencas y garbanzos, los curas, la coca de maíz o el arroz al horno (pero hecho al horno de leña del pueblo).
La infancia, el arroz de domingo a la caseta, los ojos hipnotizados ante la leña quemando y el bar, nuestra red social preferida.
Por eso, por tantas cosas, nace Madre, un proyecto de raíz y aprecio, también la mutación de @suculentgilabert en restaurante, junto con la madre y su hermano con las manos a los fogones.
Donde trabajamos platos elaborados diariamente con los mejores productos conseguidos en el campo y a la lonja de Dénia y cocinados a la brasa.
Llega Madre, recuperación y aprecio de la cocina valenciana desde Benidoleig.
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