La Catedral de Santa María de València, llamada popularmente la Seu, es sede del arzobispado de València y está dedicada por deseo de Jaime I a la Asunción de María. Fue consagrada en el año 1238 por el primer obispo de València posterior a la Reconquista, Fray Andrés de Albalat.
La Catedral de València se halla construida sobre un antiguo templo romano dedicado a Júpiter, que luego pasó a ser la antigua seo visigótica que, más tarde, se convirtió en la mezquita arábiga de Balansiya. En la actualidad no quedan muchos restos de estos edificios.
La estructura principal de la catedral se alzó entre los siglos XIII y XV, por lo que es principalmente de estilo gótico. Sin embargo, su construcción se prolongó durante siglos, razón por la cual hay una mezcla de estilos artísticos - que van desde el románico, el gótico francés y el barroco hasta el neoclásico - que es la característica más relevante de la catedral y que la convierte en una joya de la arquitectura universal.
En su interior se venera el Santo Cáliz, fechado del siglo I, y dado a la catedral por el rey Alfonso el Magnánimo en 1436.
Además, contiene el actual museo de la Catedral de València que fue creado en el año 1966 por el arzobispo de València, Marcelino Olaechea y Loizaga. Anteriormente habían existido el “Museo de las Antigüedades” o “Museo Diocesano Valentino” fundado por el arzobispo Andrés Mayoral en 1761 e instalado en las dependencias del Palacio Arzobispal. Este museo desapareció durante la invasión francesa de 1808.
En el año 2015, una profunda reforma permitió la habilitación del museo con un nuevo concepto expositivo y con la apertura de nuevas salas y nuevas plantas. Además en las obras de reforma y en las excavaciones del subsuelo han aparecido restos arqueológicos de época romana, visigoda, musulmana y cristiana, además de los cimientos de la antigua torre-campanario de la Catedral del siglo XIII.
La entrada al museo se realiza través de una puerta existente en la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral. Esta puerta da acceso a la primera sala del museo donde podemos contemplar una airosa columna helicoidal del siglo XV. Esta sala en origen era conocida como la antigua librería o la Librería de los Borgia.
En la Capilla de San Francisco de Borja se pueden encontrar distintas obras dedicadas a la familia como el óleo de San Francisco de Borja ante el cadáver de la emperatriz Isabel del pintor Mariano Salvador Maella, el escudo de la familia Borja o el óleo de Goya de San Francisco de Borja, entre otras muchas.