Situado en la primera planta del Palau de la Vila, muestra una colección integrada por diferentes objetos que datan desde el siglo XVIII hasta nuestros días a través de los cuales se narran los diferentes procesos artesanales de la producción textil. Sus salas albergan cerca de 70 piezas relacionadas con todo el proceso de fabricación textil: cañas, parafina, hilos de plata y oro, tijeras, telares de los siglos XVIII y XIX, libros antiguos, muestras de diferentes tejidos, etc.
Las piezas pertenecen a la colección de ATEVAL (la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana, con sede en Ontinyent), a la Junta Comarcal de la Vall d’Albaida, a la colección de Caixa Ontinyent y a la colección de Rafael Ferrero Terol. Los fondos del museo siguen creciendo y sin duda se puede decir que las salas habilitadas en el Palau de la Vila se quedan pequeñas para acoger todas las piezas que se desean exponer, como por ejemplo los telares de mayor tamaño que servían para elaborar las típicas mantas de Ontinyent. Por eso, la previsión es que el museo se traslade a la antigua fábrica de Hilados y Tejidos Manuel Revert, ubicada muy cerca del río Clariano, situada en el centro urbano y que cuenta con una superficie de 5.000 m2. Esta joya del patrimonio industrial fue adquirida por el consistorio y todavía tiene que ser restaurada y acondicionada para acoger el nuevo museo.
La sedería tiene un papel protagonista en el museo, si bien es cierto que la Vall d’Albaida no fue una comarca que se caracterizará por el desarrollo de esta industria sino por otras fibras como el algodón, la lana o el lino. Entre los fondos de la institución encontramos numerosas herramientas destinadas al trabajo de la seda, tanto en su fase de producción de la materia en bruto como en su fase de elaboración de distintos tipos de tejidos. El proceso serícola queda ilustrado gracias a estas piezas, si bien es cierto que algunos elementos de mayor tamaño (como pueden ser las andanas) todavía no pueden ser expuestos por problemas de espacio.
También se conservan numerosas piezas de tejidos, entre los que destacan varios espolines. Sin duda, los elementos más destacados y vistosos son los dos telares Jacquard pertenecientes al maestro velluter Vicente Enguídanos, adquiridos uno por ATEVAL y el otro por Caixa Ontinyent para formar parte de los fondos del Museo.