La Casa-Museo de la Seda de Requena se encuentra en la antigua sede del Colegio del Arte Mayor de la Seda de esta población y constituye el testimonio más significativo de la historia sedera requenense. El esplendor de su sedería derivó en la fundación de su Colegio del Arte Mayor en 1725, que se constituyó como una institución independiente a sus equivalentes en Valencia o Toledo. Requena, con un número aproximado a los 600 telares, llegó a ser uno de los grandes centros de producción sedera de toda España.
El edificio está situado en un auténtico adarve musulmán o callejón sin salida dentro del recinto amurallado de la ciudad, en la antigua calle del Pozo. No se conoce su antigüedad pero se sabe que en 1740 fue comprado por el Colegio de Tejedores de Seda a un particular para fines administrativos, convirtiéndose así en la sede de tan importante corporación gremial.
La materia prima se traía sobre todo desde Valencia, la Ribera y zonas de Albacete. En Requena se manufacturaba y después se distribuía a través de los puertos de Valencia, Sevilla y Cádiz. Gran parte de los tejidos requenenses eran exportados a América. Con la crisis de la seda, la casa pasó de nuevo a manos de particulares y con el paso del tiempo cambió muchas veces de propiedad. Aun así, y a pesar de los siglos, mantiene todavía su estructura original.
La antigua sede gremial fue restaurada hace 10 años respetando sus elementos arquitectónicos más importantes. El interior se divide entre la recreación de una casa tradicional requenense y la exposición de distintos elementos rescatados de la última fábrica de seda de la comarca (García de Leonardo), como un telar.
Destaca poderosamente el mosaico de la fachada dedicado a San Jerónimo, patrón de los sederos. Realizado en azulejos, probablemente en Manises (Valencia), servía para realzar y diferenciar la casa en el siglo XVIII. De colores pasteles y formas sencillas, San Jerónimo preside la escena, no faltando el león al que sacó una espina y la calavera, signo de nuestra condición humana.