El festival Graffitea surge, en 2016, como reivindicación del espacio urbano respaldado por el arte urbano como representante de los valores, intereses e inquietudes de la sociedad actual. A los organizadores les pareció muy interesante la idea de que el arte saliera a la calle y que todo el mundo pudiera disfrutarlo de forma gratuita.
El objetivo es revalorizar distintos edificios de Cheste creando una ruta urbana de interés artístico y turístico. Este festival es una herramienta para expresar la memoria de Cheste, reflejando hitos históricos del pueblo.
Para ello el festival se sirve de una serie de actividades y actuaciones en varios ámbitos, la intervención plástica y la formación educativa (con presencia en colegios e institutos locales).
De los cuatro días de duración, dos se dedican al festival, pudiendo encontrar a los artistas realizando su trabajo. Durante el festival se coordinan tanto talleres educativos como rutas explicativas del festival.
Los espacios intervenidos permanecen para que el turista pueda visitarlos. Los espacios intervenidos en Cheste son de gran calidad y tanto su vinculación con la gente joven como la reivindicación del espacio público son de gran interés. En la última edición celebrada la novedad fue que los espacios elegidos fueron de mayores dimensiones y formaban parte de viviendas particulares, a diferencia de las ediciones anteriores, en las que se abordaron propiedades municipales.
Con Graffitea se ha conseguido recuperar espacios degradados del municipio, divulgar y dar a conocer entre la población las maravillas del arte urbano, implicar a toda la comunidad educativa y poner en valor la memoria histórica de Cheste, entre otras muchas cosas.