La Iglesia de San Pedro, ubicada en el municipio de Sant Mateu, es considerada la iglesia más antigua del municipio. Su origen se encuentra en el siglo XIII en el antiguo núcleo de la ciudad, que después se amplia hacia el plano.
En el siglo XVIII, época barroca, sufrió alteraciones y adiciones referente a la fachada, la torre, el coro y el interior del edificio. En los años 2003 y 2004, pasó por otra restauración y fue eliminado el revestimiento blanco de la época barroca añadido, debido a su poca calidad.
Destaca, dentro del conjunto, el retablo medieval de piedra dedicado a San Pedro y a San Pablo (siglo XVI) que fue encontrado fragmentado por la nave durante los trabajos de eliminación de las estructuras barrocas.
Su composición física se determina por una construcción de una sola nave constituída de arcos de diafragma y techo de madera, realizada en sillería y mampostería. En su interior, y mirando hacia el altar, se puede ver su muro derecho apoyado sobre restos de la primera muralla medieval, de la que se puede apreciar la puerta de acceso. En su exterior, se perciben restos de la torre que actualmente es parte de la sacristía de la iglesia.