La Iglesia de San Nicolás y San Pedro Mártir es una iglesia parroquial situada en el centro histórico de la ciudad de València. Es un templo de estructura gótica del siglo XV con una espectacular decoración barroca del siglo XVII. En 1981 fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
En un principio fue un templo paleocristiano hasta la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, cuando en su lugar se erigió una mezquita orientada hacia la Meca. Con la conquista de València por parte del rey Jaime I de Aragón, esta mezquita fue consagrada como parroquia cristiana y donada a la Orden de los Dominicos, que la bautizaron en honor a San Nicolás de Bari. Años después la misma orden añadió otro santo titular a la parroquia, San Pedro Mártir, que fue el primer mártir de la orden dominica.
En pleno Siglo de oro, San Nicolás se vinculó a personajes relevantes como el escritor Jaume Roig, administrador de la parroquia; y Alfonso de Borja, futuro papa Calixto III. En este siglo la iglesia fue reconstruida y ampliada, transformándose en un edificio plenamente gótico. Esta ampliación fue bajo el rectorado de Alfonso de Borja, que fue rector de la parroquia a partir de 1419 y posteriormente Obispo de València, Cardenal y, finalmente, fue nombrado papa Calixto III.
El edificio es de una sola nave de seis tramos, capillas no muy profundas entre los contrafuertes, presbiterio poligonal precedido de un tramo recto orientado al este y cubierta con bóvedas de crucería simple.
En 2016 fue inaugurada la última restauración del templo, financiada gracias al mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero. Tras su restauración se la conoce popularmente como la Capilla Sixtina valenciana.
Gracias a su popularidad se ha convertido en un elemento turístico indispensable para cualquier visitante a la ciudad. Por ello, la parroquia dispone de un horario dedicado al culto y la oración y otro horario dedicado a las visitas culturales y turísticas.