La Ermita de Santa Ana, ubicada en el término de la Llosa en Xàtiva, fue construida a mediados del siglo XVI en estilo gótico flamígero con el apoyo de la familia de los Borja y conserva los escudos de Xàtiva y València.
Su estratégica ubicación, coronando la montaña que tiene su mismo nombre, le proporciona unas increíbles vistas que, en días despejados, alcanza desde el desierto de Las Palmas hasta el Benicadell y cuenta la tradición que desde ella Jaime I divisó por primera vez el Castillo de Xàtiva.
De la ermita destaca una espléndida bóveda azulada cubierta de estrellas, restaurada por el conocido pintor Boix, que ha constituido el fondo de todas las ediciones conmemorativas de la celebración del año de los Borgia. En la bóveda destacan el escudo de la familia Borja, la Virgen con Jesús, San Miguel, el escudo de la ciudad de Xàtiva y las armas de Aragón.
La construcción actual data del siglo XVI, aunque se tienen noticias, no documentadas, de una construcción previa levantada en el siglo XIV, posiblemente anterior a 1377, de cuyos restos sólo se aprecia un capitel, que se conserva en el museo etnográfico. Fue erigida por el cardenal Rodrigo de Borja en 1456, imitando este a su tío, el papa Alfonso de Borja, Calixto III, que había levantado una capilla de Santa Ana en la Seu de Xàtiva.