La Cisterna Nueva es un tipo de construcción urbana que almacenaba el agua para el abastecimiento de la población. Es un tipo de construcción compuesta de una caseta con tejado y de donde nace una bajada que tiene forma de escala cubierta con vuelta de cañón. Al fondo, se encuentran la pica y los grifos, ubicadas en una de las paredes de la balsa subterránea o cisterna donde se sitúa el agua para el consumo humano.
En Estivella, existía tradicionalmente una cisterna datada cronológicamente ya en el siglo XVII y situada en la actual plaza de la Cruz hasta los años 70, cuando estuvo soterrada. Su nombre popular fue el de Cisterna Nueva para diferenciarla del anterior. El acabado total de la construcción se hizo en 1854, a partir del capital obtenido con un reparto extraordinario hecho entre la población el 1852. Se construyó durante el año 1853.
En su construcción participaron distintas personas, lo cual se sabe gracias a los recibos municipales conservados: Carlos Salvador (caseta y parte de la balsa o cisterna), Jerónimo Tamarit (puerta y parte de la balsa), Salvador Tortonda (trabajos de yeso), José Almela de Algímia (escalera), un cerrajero de Sagunto y obreros de villa de la localidad.
La parte externa construida consiste en una caseta rematada por un tejado, con un acceso a una escala con una vuelta de cañón que baja hasta la pica y grifo de la balsa. Estaba lucida en cal y presenta elementos decorativos que esconden el tejado. La balsa ocupa todo el perímetro de la plaza y está constituida por dos zonas diferenciadas separadas por dos grandes arcos de medio punto.La entrada a la balsa se hacía mediante una claraboya por la cual se accedía directamente el interior y que aprovechaba para limpiarla. También presenta una entrada de la acequia de Pau. Era la que tiraba el agua a la balsa para llenarla. Actualmente se puede acceder y está iluminada.