Es una destacada obra del gótico valenciano. En el medioevo europeo aparece un nuevo tipo de monasterio: La Cartuja, una nueva institución que unía la vida ermitaña y la cenobítica.
Los documentos la datan en el 1385, durante el reinado de Pedro IV, en la corona de Aragón, y citan como su fundador a su hijo el Infante Don Martín, quien más tarde se convertiría en el rey Martín I El Humano y alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII.
En la actualidad Valldecrist pretende convertirse en un espacio cultural de referencia en el interior de la Comunitat Valenciana, llevando a la práctica distintos proyectos de rehabilitación arquitectónica y de dinamización cultural, recuperando de este modo el esplendor perdido del que fuera uno de los monasterios más importantes de nuestra historia.