La Congregación Religiosa Hermanas Terciarias Capuchinas se funda en 1885 en Montiel por el fraile franciscano Luis Amigó y Ferrer, vecino de Massamagrell, con la finalidad, en su primera misión, de asistir a los enfermos de la epidemia del cólera que asolaba los pueblos de Benaguacil y Massamagrell.
Más tarde ese mismo año funda el "Asilo de la Inmaculada Concepción y de San Francisco de Asís" en Massamagrell con el objetivo de atender a los niños que habían quedado huérfanos. El Asilo se convierte en centro de acogida y así, en 1907, fundan el Colegio de la Sagrada Familia para, en principio, alimentar, vestir y educar a niñas que venían de contextos familiares desfavorecidos. En esos momento el colegio era una institución benéfico-docente de carácter privado cuya misión era la de acoger a huérfanos y ocupar su tiempo en enseñanzas útiles con miras a su inserción social.
Actualmente, el Colegio Sagrada Familia es un centro docente de titularidad privada. En sus tiempos fue únicamente un colegio de niñas pero en la actualidad es mixto.
El 30 de noviembre de 1916 se bendijo la primera piedra de la Iglesia, la obra finalizó el 18 de enero de 1919.
Dentro del conjunto conventual destacan cuatro recintos: Las habitaciones museo, una capilla donde se ofrece misa, otra capilla donde está enterrado el Honorable Padre Luis Amigó de Massamagrell, fundador de la Orden de las Hermanas Terciarias Capuchinas y la cripta del enterramiento de sus familiares.
La Iglesia neogótica, dedicada a la Sagrada Familia, tiene una sola nave. En la zona posterior de la Iglesia, se encuentra el sepulcro del Padre Luís Amigó.
El museo y el recinto están vinculados con el relato turístico que conecta este lugar con el Santo Cáliz en su vertiente como objeto reliquia y el sacramento de la Eucaristía. Además, existen nexos históricos que unen la ruta con este edificio y su fundador.