La Casa del Bou en Albalat de la Ribera, del siglo XVIII, pasa por ser la casa particular más antigua de la localidad. Debe su nombre a la cabeza de toro que preside la entrada principal en su parte interior. El edificio destaca no sólo por su valor histórico (es una de las pocas casas señoriales que se conservan en la localidad) sino también por su valor arquitectónico y técnico: se trata de una casa rural compacta de pisos paralelos a la fachada y un eje transversal centrado en la planta. Gran parte de su importancia radica en la unidad estructural que mantiene y que posibilita la lectura de cada uno de los elementos que configuran su ordenación y distribución tanto interna como externa. En la planta baja se situaba la vivienda, así como un patio para guardar los animales, mientras que los pisos superiores se utilizaban como almacenaje y para otras actividades que sostenían la economía familiar.
En este sentido, cabe destacar la disposición y estructura del piso superior, destinado a la cría de gusanos de seda (algo muy habitual en la comarca), y la conservación de las andanas de madera y cañizos preparada para estos fines. En la restauración reciente de la Casa del Bou se han sabido mantener estos elementos que nos hablan del pasado sericícola de la localidad y que constituyen uno de los mejores ejemplos que se conservan de un conjunto de “camas” dispuestas en su ubicación original. En general, el piso superior de la Casa del Bou puede entenderse como una pequeña lección de sericicultura tradicional de la huerta valenciana.
También se han restaurado la decoración mural de todas las estancias, así como un gran número de muebles de madera de época que se conservaban en la localidad. Todo el conjunto permite transportar al visitante a una época, el siglo XVIII, caracterizada por el liderazgo ribereño en el sector sedero.