Tabarca es la única isla habitada de la Comunitat Valenciana y fue la primera Reserva Marina de España, declarada en el año 1986. La variedad de sus paisajes marinos y el hecho de ser uno de los escasos ejemplos actuales de arquitectura militar de la costa Española, la convierten en un escenario idílico para los apasionados de la navegación y las actividades acuáticas.
A tan solo tres millas de Santa Pola y a ocho de la ciudad de Alicante se sitúa este pequeño archipiélago formado por la isla de Nueva Tabarca y los islotes de La Cantera, La Galera y la Nao y numerosos escollos (Negre, Roig, Cap del moro, Sabata o Naveta). Con una forma alargada (1.800m. de longitud por una anchura máxima de 400m) y orientación NO-SE, ofrece una línea de costa recortada, de pequeños acantilados y una playa de arena localizada en la zona del istmo.
En Tabarca las aguas son cristalinas, alcanzando visibilidades de entre 22 y 45 metros, lo que posibilita que que las comunidades biológicas sean especialmente ricas y que la zona sea una importante área de cría de especies pelágicas. Extensas praderas de Posidonia oceánica rodean todo el perímetro de Tabarca en profundidades de 0 a 30 metros, lo que sumado a la excelente transparencia del agua, asegura sesiones de snorkle realmente asombrosas.
El nombre de Tabarca nos habla de su origen. Los primeros pobladores que colonizaron esta isla fueron gentes de origen genovés rescatadas por la corona española del cautiverio argelino en el último tercio del siglo XVIII, y cuya procedencia hay buscarla en la homónima Isla de Tabarka, frente a las costas de Túnez. Junto a los nuevos habitantes, se destinó a la isla un destacamento militar que aseguraba su defensa frente a incursiones marinas. La población creció hasta alcanzar los mil habitantes en el siglo XIX. En la actualidad hay una población permanente en invierno de unas 50 personas, que se multiplica por diez en época estival, lo que hace más que recomendable programar la visita para primavera u otoño para poder disfrutar de la mágica tranquilidad de esta isla.
Una vez llegado a Tabarca, es visita imprescindible el pequeño pueblo de San Pedro y San Pablo, con su ciudadela amurallada en tiempos de Carlos III declarada hoy Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. En el edificio de la Almadraba, el Museo Nueva Tabarca contribuye a dar a conocer el notable patrimonio tabarquino, tanto natural como cultural, de las gentes que han tenido en el mar su principal aliado para sobrevivir.
Al pasear sus calles le sorprenderá la oferta gastronómica de recetas marineras entre las que destaca el popular caldero. Fuera ya de las murallas, en la zona denominada Campo se encuentra la torre defensiva de San José, que fue prisión en el siglo XIX, y en el extremo oriental de la isla se sitúa el faro.
La reserva marina cuenta con un servicio de guardapescas jurado que ejercen las labores de vigilancia con embarcaciones de apoyo. Por su condición de espacio natural protegido es fundamental, antes de navegar hacia la isla, consultar las condiciones de visita, fondeo y desembarco. Si no se dispone de barco propio, desde el puerto cercano de Santa Pola, y en verano desde el de Alicante, las embarcaciones conocidas como "tabarqueras" ofrecen transporte regular a la isla.
Para más información sobre la Reserva Marina de Tabarca, consulte aquí: www.alicante.es/es/contenidos/isla-tabarca
Aquí te dejamos algunas propuestas en este Parque Natural para que comiences a planear tu visita a la Comunitat Valenciana: