Un paisaje salpicado por municipios con gran tradición vitivinícola y rica gastronomía que han trabajado para mantener las tradiciones de la elaboración del vino, adaptándose a los cambios. Variedades autóctonas se encuentran por todo el territorio, lo que confiere a sus vinos identidad propia. Un paisaje puramente mediterráneo que en su zona más interior comienza a aportar los colores y olores más continentales.
Un espacio turístico que dispone de diferentes zonas de visita, La Marina Alta (Alcalalí, Benigembla, Benissa, Castell de Castells, Xaló, Llíber,Murla, Parcent y Sénija), de la Marina Baixa (Alfàs del Pi) y de la comarca del Vinalopó (Algueña, Elche, Monóvar, Novelda, Petrer, Pinoso, Salinas y Villena), ofrecen un atractivo puzle de entornos que aportan gran valor al viajero que puede disfrutar en poco espacio de una gran diversidad de productos turísticos.
Las variedades de mayor implantación y mejor acondicionamiento en esta región son Moscatel, Monastrell, Garnacha o la Merseguera entre otras.
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