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imagen macizo del Caroig

Probando una Gravel por el macizo del Caroig

Una tarde de primavera me animo a hacer con la nueva gravel, un recorrido que he repetido infinidad de veces con la mountain bike, lo que siempre hemos llamado en Quesa “la vuelta a Ludey”. En esta ocasión, en sentido contrario a las agujas del reloj, para evitar las duras rampas de la subida al Planil. Una ruta en la que me adentraré un poco en el macizo de Caroche (Caroig), y que me permitirá adivinar la inmensidad de este territorio.

Salgo de Hotel La Rocha y por la comarcal CV-580 voy hacia Bicorp. Empiezo el puerto, pero en la primera revuelta, Km 4, giro a la izquierda por una pista de hormigón que en menos de un Km ya es de tierra y va junto al río Escalona.

2 Km más adelante, giro a la izquierda, de nuevo por pista hormigonada. Aquí empiezo la larga subida de 6 km, llamada por los ciclistas de Quesa “la cuesta de Ludey”. Al principio es suave, entre un 2% y un 4%. Poco a poco me alejo del río y casi dejo de oír el sonido del agua. Cuando cruzo el río Ludey que llega desde la izquierda, comienza la segunda parte con más pendiente, entre 6% y 8%, y cambia de ser por vertiente norte a sureste. El firme es muy bueno, asfalto pero del que se hace con un riego y gravilla, mucho más agradable para rodar con una gravel que el negro que se usa en carreteras. Conforme gano altitud mejoran las vistas. He de tener en cuenta que hay que dosificar el esfuerzo ya que la subida es larga. En el Km 10 llego a un descansillo que agradecen mis piernas, y aquí empiezo la parte final, que mantiene la pendiente cambiando a vertiente noroeste, pero que un poco más adelante empieza a ser de tierra. El paisaje es espectacular, no puedo dejar de mirar a la derecha el pico Caroche, mientras trato de mantener el ritmo suave que me he marcado pero que ya me va machacando.

En el Km 11,9 llego arriba, me paro para mirar alrededor y beber un trago de agua. Continúo por el llano sólo 1 Km hasta llegar a la atalaya en la que diviso el barranco de Las Arenas, el del río Ludey y Caroche al oeste. Vuelvo a parar, es inevitable por el paisaje.

imagen km 11

 

Por fin llega la bajada. A sólo 1 Km he de subir unos metros a la izquierda para superar el collado de Las Arenas y adentrarme en el barranco del río Ludey.

Lástima, a 1 Km acabo la bajada en una rampa dura, que por suerte se suaviza para todo el resto de la subida hasta el Planil. Justo al acabar la rampa hay un depósito contra incendios que se llena de la fuente de Las Tortugas. Es difícil encontrar la fuente por la transformación del terreno al construir la balsa, pero si hubiese tenido calor podría haberme dado un baño en el charco de Las Tortugas.

 

charco de las tortugas

Continúo la subida pasando por la balsa de Cubillas y en el Km 16 llego al Planil. Excepto una pequeña subida, el sitio hace honor a su nombre, me cojo de la parte baja del manillar y a disfrutar del plano, la pista aquí merece ser llamada “auto-pista” forestal. En algunos puntos, entre los pinares puedo ver hasta el mar Mediterráneo.

En el Km 18,5, ya en bajada, sigo disfrutando del buen firme que me permite levantar la vista y tratar de adivinar cuales son los pueblos que veo al fondo. Llego al asfalto en el km 20, y afronto tramos empinados con revueltas y gravilla en las que he de estar atento.

Al paso por el cruce que lleva a la zona recreativa de Los Charcos acaba la bajada pronunciada. Entre olivos sigo curveando y bajando poco a poco, hasta que después de una bajada empinada cruzo el río Grande. Comienzo con ganas la cuesta de 1,5 Km porque sé que es la última. Al coronar ya veo Quesa, llaneo un poco para soltar los músculos y cuando llego a la bajada ya puedo ir hasta el pueblo sin dar ni una pedalada más.

Nota: Guardar un gramo de fuerza para la rampa de subida al hotel, es el precio a pagar por tener buenas vistas ;)

Hotel la Rocha