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El ciclista responsable y seguro
El ciclismo es un deporte con infinidad de seguidores y adeptos a nivel mundial y la bicicleta, ya sea de carretera, montaña o paseo, está cada vez más de moda, no solo porque favorece la salud y la forma física de quien la utiliza, sino porque también resulta un medio de transporte económico, ecológico y que favorece la movilidad en las grandes ciudades donde son frecuentes los atascos y resulta cada vez más complicado poder estacionar el automóvil.
El empleo de la bicicleta nos aporta muchos beneficios, pero en ocasiones olvidamos los problemas que nos puede acarrear, ya que el uso indebido de la bicicleta o sin una preparación suficiente puede suponer un peligro para quien lo práctica e incluso para la seguridad vial.
Sin el objetivo de transmitir un miedo innecesario a los ciclistas, debemos destacar la cifra de accidentes mortales que ocurrieron en 2016, en los que 33 ciclistas sufrieron un accidente mortal (6 de ellos no llevaban casco) y 652 sufrieron un accidente grave. El objetivo de mostrar estas cifras, al contrario, es concienciar de la responsabilidad que se asume al montar en bicicleta, así como de la necesidad de adoptar siempre las medidas de seguridad necesarias que a continuación se explican.
¿Sabías que el uso del casco es obligatorio cuando se circula por vías interurbanas? No todo el mundo lo utiliza en estas vías, aumentando con ello las posibilidades de sufrir un accidente mortal o recibir una multa de hasta 200 euros. No obstante, cabe resaltar que el uso del casco no es obligatorio en vías urbanas (sí lo es en cualquier caso para menores de 16 años), sin embargo, debemos recomendar su uso en cualquier tipo de vía, ya sea urbana o interurbana.
Si todavía no has utilizado la bicicleta y no has tenido la necesidad de comprar un casco de protección, te ofrecemos algunas recomendaciones sobre las características básicas que debe tener un buen casco. En primer lugar, el peso no debe ser mayor a 200 gramos, pues un peso superior fatiga los músculos del cuello y las cervicales, y en consecuencia, puede aumentar las distracciones. También debe tener la posibilidad de poder ajustarse correctamente, así como de estar homologado por las agencias correspondientes. Además, un buen casco debe tener un color llamativo para que pueda ser vislumbrado desde lejos. Por último, el casco debe tener un buen sistema de cierre y recuerda que un casco que ha recibido un golpe pierde más del 50% de su efectividad, por lo que se debe cambiar el casco si se ha sufrido una caída con él o simplemente ha recibido un gran golpe.
Por otro lado, es muy importante no olvidar la utilización en condiciones de baja visibilidad o de noche de un chaleco reflectante para aumentar la visibilidad del ciclista, así como las luces posicionales tanto delanteras como traseras (no solo para ver, sino muy especialmente, para ser visto por otros conductores).
En concreto, los elementos reflectantes que deben llevar los ciclistas en situaciones de poca luminosidad son una luz de posición blanca en la parte delantera, una luz de posición roja en la parte trasera, un catadióptrico rojo en la parte trasera y uno o dos amarillos en los pedales.
Otro aspecto que muchos ciclistas desconocen o que no utilizan adecuadamente son las señales manuales de tráfico. Este aspecto es muy importante a la hora de que el ciclista pueda transmitir correctamente sus intenciones al resto de usuarios de la vía, tanto peatones como el resto de los vehículos.
Estas señales son: el cambio de dirección a la izquierda, el cambio de dirección a la derecha, la parada y la reducción de velocidad.
En este sentido, para indicar la intención de cambiar la dirección hacia la izquierda debes acercarte gradualmente hacia el borde de la vía hacia la cual se vaya a tomar la dirección, en este caso la izquierda, y a continuación indicar el giro, extendiendo el brazo izquierdo con la palma hacia abajo o colocando el brazo derecho en ángulo recto con la palma hacia delante.
Por el contrario, para indicar la dirección a la derecha, al igual que en el caso anterior, el ciclista debe acercarse en primer lugar al borde derecho de la vía y en segundo lugar, indicar el giro extendiendo el brazo derecho con la palma de la mano hacia abajo o colocar el brazo izquierdo en ángulo recto con la palma hacia delante.
Por otro lado, para indicar la parada o la reducción de velocidad se deberá extender el brazo izquierdo haciendo oscilaciones de arriba a abajo.
En conclusión, el ciclismo y el uso de la bicicleta en general es una actividad maravillosa, con la que puedes disfrutar y descubrir paisajes sorprendentes mientras haces deporte, sintiendo la libertad del viento y ayudando además a reducir la contaminación y el tráfico de las ciudades. Todas estas ventajas no quitan que sea una actividad en la que se pueden alcanzar velocidades considerables y que el cuerpo está muy expuesto a los impactos, por lo que se recomienda el uso con responsabilidad, seguridad y sentido común.