El Alto de las Barracas en BTT

Un recorrido en bicicleta de montaña por uno de los paisajes más sorprendentes y de mayor altura del territorio valenciano.

Esta propuesta de recorrido en bicicleta por las tierras altas del Rincón de Ademuz, forma parte de la Red de Rutas en BTT que fueron diseñadas hace diez años por Juan Antonio Barrachina para el descubrimiento y disfrute de esta comarca tan poco conocida. Fue editada por la Mancomunidad de Municipios Rincón de Ademuz y cuya guía fue elaborada por Enarco Cooperativa Valenciana con la información de ADIRA (Asociación para el Desarrollo Integral del Rincón de Ademuz). Tuve en su momento ocasión de colaborar con Juan, especialmente con la cesión fotografías de los distintos itinerarios de la red.

El sorprendente paisaje de estas tierras, con importantes diferencias de altitud en tan poco territorio, hace que tenga una diversidad y variedad de ecosistemas muy distintos entre sí, y con una riqueza botánica extraordinaria. De hecho, la máxima altura de la Comunitat Valenciana se encuentra aquí, en la cumbre del Alto de las Barracas, también conocida como el Cerro Calderón, topónimo este último producido por un error de interpretación cartográfica hace casi un siglo. Con 1838 m sobre el nivel del mar, el Alto de las Barracas es como hemos dicho la máxima altura de la Comunitat Valenciana. El amplio panorama que se divisa desde esta cumbre, que está compartida con Aragón, está cubierto de una vegetación única, los sabinares de montaña o sabina rastrera, que forma un inmenso tapiz de manchas verdes sobre la tierra gris, adaptada a las duras condiciones climáticas: bajas temperaturas y sequedad ambiental. De hecho este paisaje único sólo se repite en el resto del mundo en dos lugares más: el Alto Atlas Marroquí y un pequeño reducto en los Alpes.  Por este motivo este lugar está protegido y fue declarado Microrreserva de Flora ya que esta vegetación casi endémica, propia de climas mucho más fríos, es un reducto de lo que fue el paisaje eurosiberiano cuando los grandes glaciares cubrían la tierra y llegaban hasta la Península Ibérica. Al retirarse los hielos, sólo en estos reductos aislados y con condiciones extremas, esta vegetación ha podido llegar a nuestros días.

El recorrido empieza en la Puebla de San Miguel, donde es aconsejable dar una vuelta por sus calles, visitando las dos ermitas y la Iglesia, así como el Museo Etnológico. Se rueda por la parte alta de la Sierra Tortajada y alcanzamos la aldea de Sesga, con su antigua escuela todavía bien conservada. La ruta continúa en dirección a Mas del Olmo y una vez atravesada la población, se asciende hacia el Alto de las Barracas, pasando por la fuente de la Canaleja y el Pino de las Tres Garras.

Vale la pena detenerse en Mira el Bueno, donde existe un mirador desde donde se aprecia toda la panorámica del profundo Valle del Turia. El último tramo de esta ruta circular se realiza descendiendo hacia la Puebla de San Miguel, punto de inicio de nuestra excursión.