En el incomparable marco de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio y previa obtención del correspondiente permiso, proponemos esta interesante inmersión que podemos comenzar en una pequeña vaguada al pie del acantilado de la reserva, en un punto conocido como la Cullerà por la mordida que aparece en su pared. Descenderemos a un fondo de unos nueve metros y nada más salir de la vaguada en dirección al cabo, y siguiendo la pared, encontraremos la entrada a una gran cueva donde suele haber cigarras de mar, corvinas y algún congrio. La cueva se introduce unos 50 metros hacia el interior de la montaña aunque hay que evitar perder la luz de la entrada.
Una vez fuera podremos seguir paralelos a la costa y rumbo al cabo de San Antonio, distanciándonos de la pared lo que nos interese en función de la profundidad máxima que queramos coger, aunque entre los diez y quince metros está la zona más interesante. Es el fondo típico de esta zona, formado por grandes rocas que, tapizadas de alga roja y posidonia, salpican un fondo arenoso donde podemos ver pulpos, doradas, huidizos meros y multitud de corvinas en los innumerables huecos que la caprichosa disposición de las rocas ofrece.
La disponibilidad de aire marcará el momento de volver a superficie, que podemos realizar izando la boya de descompresión para marcar nuestra posición al barquero y que nos recoja.